Cerré los ojos nada más subirme al tren, ni siquiera recuerdo si aún estaba despierta cuando éste se puso en marcha y se alejó de Tours, lo único que recuerdo es que me fui con mal sabor de boca.
Después de hacer transbordo en Poitiers durante una hora, llegamos a Bordeaux a eso de las 10:40, me despedí de Nerea y fui corriendo hasta la parada de autobús, tenía que darme prisa en volver a casa porque a las 14h había quedado con Agnès y Thomas en el Meriadeck para ver ir al Bassin d'Arcachon y ver la famosa Duna de Pyla,
Recogimos a Justine y en cosa de una hora (o quizás menos) llegamos a nuestro destino -->

Nos descalzamos y empezamos a subir aquella duna enorme, mis pies se hundian en la arena fria y costaba mucho más de lo que parecía llegar a la cima, pero mereció la pena.
A un lado se encontraba un bosque de pinos plantados por Napoleón, y al otro lado el mar.
Pero a estas alturas, la falta de sueño empezaba a hacer mella en mi y hablar en francés me costaba enormemente.
Bajamos al pueblo y paseamos por el puerto hasta terminar tomandonos un chocolate caliente en una cafetería.
La vuelta me la pasé durmiendo con lo cual llegué a casa de Agnès muchisimo más despejada,
Cenamos viendo Vicky, Cristina, Barcelona y después nos fuimos al "L'autre petit bois" y sentada en uno de sus cómodos sofas con una copa de vino, terminamos la noche.
2 comentarios:
Hola Chantal, nos parece un vieja muy interesante ¿que tal te sentiste subiendo las dunas?
Solo sentimos que tuvieras un poco de sueño y no lo podrias disfrutar al 100%. Pero por lo visto, acabaste muy bien el dia
una vieja muy interesante??
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