Jour de merde.

Todo ha comenzado a las 4:00 de la mañana cuando me he despertado gracias a la televisión que estaba altísima, he ido a las sala y la he bajado grrrr...pero es que en esta casa no se duerme?? lo peor es que luego me ha costado un buen rato volver a conciliar el sueño.
Luego me he quedado dormida, o más bien he apagado inconscientemente el despertador cuando este ha sonado a las 7:30 y cuando he vuelto a abrir los ojos ya había pasado una media hora larga.
Me he vestido a todo correr, he salido de casa y he visto al autobus partir delante de mis narices....MERDEEEEE....ya no llego a la hora ni de coña...bueno, ya, de perdidos al rio, voy a desayunar algo.

Me he comprado un pain au chocolat y he esperado a que llegara el siguiente autobús al que me he subido sin pagar, gracias a dios que no ha venido el revisor, porque con mi suerte...
Milagrosamente sólo he llegado 10 minutos tarde y 5 antes de que llegara mi jefa, así que aquí, como si no hubiera pasado nada.
La mañana ha transcurrido insufriblemente lenta, en la PUI había poco que hacer y he ido a rétro donde sólo han pasado 4 pacientes.

Aunque yo no estaba con resaca, cierto es que me he pasado todo el día un poco zombie

A la tarde he ido a la facultad donde me han dado un montón de papeles para rellenar y un montón de cosas que tengo que traerles, que manía tienen de complicarlo todo.

Por fin me he vuelto a casa, pensaba venirme andando pues no quería tentar a la suerte montandome de nuevo sin pagar en el autobus, hasta que un chico me ha preguntado si podría avisarle cuando pasaban los coches para sacar la furgoneta.
Después se ha ofrecido a acercarme a Pessac, la verdad es que se lo he agradecido porque si en bus tardo media hora, a pie ya ni te cuento.

Y ahora estoy en mi cuarto, sentada sobre la cama escribiendo esta entrada, dentro de poco saldré al Carrefour a comprar algo para la cena.
-----------------------------------------------------------------------------------------------
A veces pienso que las cosas podrían irme mucho mejor y otras en las que no puedo quejarme, echo de menos Tours y a la gente que conocí allí, quizás es sólo cuestión de tiempo que encuentre mi sitio.
Mi compañero de piso es majo pero casi no para por casa y en el trabajo todos son muy amables pero no me veo saliendo por ahí con ellos.
Igual por eso hay días en los que me siento tan baja de moral.
Recuerdo que a estas altura en Tours ya me había comprado un movil francés y ahora, es que ni me apetece hacerlo.